Se realizó el VI Taller de Indicadores

Con gran éxito finalizó el VI Taller de Indicadores de Ciencia y Tecnología –Iberoamericano e Interamericano- de la RICYT, realizado en Buenos Aires los días 15, 16 y 17 de septiembre. Participaron del encuentro alrededor de 300 personas, incluyendo representantes de toda la región, junto con especialistas de instituciones internacionales como OEA, OCDE y UNESCO. El Taller contó con 80 presentaciones, disponibles en esta página.

Como conclusión del taller, los participantes elevaron una declaración final en la cual se recomienda dar apoyo y continuidad a las actividades de la RICYT, como un medio para la consolidación de un sistema regional de información científica y tecnológica.

 

Bajo el lema “Medir el conocimiento para la transformación social”, el VI Taller de Indicadores de Ciencia y Tecnología –Iberoamericano e Interamericano- reunió a especialistas regionales y extra-regionales para reflexionar sobre el papel de los indicadores de ciencia y tecnología como orientadores de políticas científicas, tecnológicas y de innovación que contribuyan al desarrollo socioeconómico de los países de Iberoamérica.

En el marco del taller se discutieron los temas tradicionales relativos a la medición de las actividades científicas y tecnológicas, y se abordaron los nuevos temas que configuran la agenda de medición de la ciencia y la tecnología en la región. Entre estos últimos, se incluyeron sesiones sobre innovación, impacto social de la ciencia y la tecnología, percepción pública de la ciencia, sociedad del conocimiento, internacionalización de la ciencia, biotecnología y problemática de género en la ciencia. Entre los asistentes se contaron representantes de los organismos de ciencia y tecnología de toda la región y especialistas de la OEA, UNESCO, la OCDE y Eurostat, así como otros participantes extra-regionales.

Entre las conclusiones del encuentro, los participantes del VI Taller manifestaron que disponer de indicadores actualizados y confiables es un reto permanente que merece el apoyo de las instituciones y gobiernos de los países y, al mismo tiempo, una condición esencial para que todos los países de la región sean capaces de diseñar y evaluar políticas de desarrollo científico y tecnológico íntimamente relacionadas con los objetivos de desarrollo económico y social.